David y Paqui son dos andaluces afincados en Málaga que el destino quiso que estuvieran juntos. Por azares de la vida ellos tuvieron vidas opuestas pero sus caminos se cruzaban y cruzaban hasta que el amor triunfó.
Desde el minuto uno tuve una conexión muy grande con esta pareja porque les encantan las fotografías y eso unido al buen rollo que desprenden los dos, creó un ambiente natural y espontáneo, algo que a los fotografos de boda nos encanta porque así es todo mucho más fácil.
Paqui es maestra de educación musical, y para la preboda eligieron Sevilla como lugar para las fotografías de su preboda, y recordar la época que ella vivía en la capital andaluza. Recorrimos sus rincones más emblemáticos para terminar en el puente de Triana bajo la luz del atardecer.
Llegado el día de la boda empezamos fotografiando a David en casa de sus padres, arropado por sus familiares y dos de sus mejores amigos.
Después fotografiamos los preparativos de Paqui mientras los compañeros de Qubo Sevilla - The beauty Lab, Quino Amador y Álvaro Torres la peinaban y maquillaban para el gran día… Su hermana y su madre estaban junto a ella desde temprano preparandose y conforme pasaban los minutos iban apareciendo familiares que no podían esperar para ver a la novia. Paqui lució un vestido de Higar Novias / Manu García, una tiara de Luis Benítez y unos zapatos de Salo Madrid.
La ceremonia tuvo lugar en el pueblo de Paqui, en la Parroquia de San Juan Bautista de Villanueva de San Juan dónde se desplazaron amigos y familiares de Málaga y Sevilla. La eucarístia estuvo animada por un coro rociero, al cual en mitad de la ceremonia, Paqui se unió a cantarle a David, con la emoción de los invitados y alguna que otra lagrimilla del novio…
Una vez los novios salieron de la iglesia, el coro rociero les cantó una salve, a lo que los novios se unieron con un baile con “musho arte” bajo los aplausos de los asistentes.
La celebración tuvo lugar en la Hacienda Monte Pilar, en Antequera dónde nos desplazamos todos para recibir a los novios e invitados. El catering la Manzana de Adán se encargó de cuidar cada detalle para que no faltara nada a los invitados de la boda. Despúes del cocktail entramos en el patio cubierto del recinto dónde las mesas estaban preparadas para el almuerzo, que transcurrio durante dos horas entre brindis y gritos de ¡VIVAN LOS NOVIOS!.
Al terminar el almuerzo los invitados se desplazaron al gran salón dónde el baile dió comienzo ante una nube de bengalas….
Para la postboda esta bonita pareja, quería un lugar que les transmitiera alegría y que tuviera una mezcla de playa y ciudad, por lo que decidimos transladarnos hasta la ciudad de Cádiz, dónde recorrimos todos sus rincones desde el barrio de la Viña hasta terminar con el atardecer en la Caleta.
